A lo largo de nuestra vida, seguro hemos escuchado muchas historias, mitos y leyendas que involucran diversos alimentos; sin embargo, es una fruta la cual se lleva el Oscar al alimento con mayor simbolismo: La manzana.
Desde leyendas sobre la creación (Adán y Eva), pasando por la mitología griega (La manzana de la discordia) hasta Disney (Blancanieves), podemos encontrar a esta fruta cargada de un fuerte significado. Pero, ¿qué tienen común estas historias? En todas ellas, se toma la imagen de una manzana para confundir y despistar a los protagonistas.
¡Vaya poder de la manzana!
Actualmente, tal vez no existan desatinadas serpientes, dioses griegos o malvadas brujas que nos ofrezcan manzanas, pero existe algo mucho más fuerte. Nuestras manzanas modernas se ven reflejadas en la información alimentaria que nos bombardea a diario (tendencias, dietas, tips para mantener la salud, cómo conseguir la vida eterna con una fruta, el mejor snack del universo, etc), la cual no es del todo cierta. Como cibernautas entrenados, al llegar a nosotros alguna curiosa “media verdad” procedemos a comparar, analizar, pensar, replantear y googlear para convencernos de si es cierta o no. Es por eso, estimado lector, que nace este blog.
La manzana en mi cabeza, es un espacio para develar mitos y analizar de dónde viene y a dónde nos lleva nuestro comportamiento alimentario. No te damos todo “masticadito”, pero sí lo suficientemente digerible y basado en información científica para que puedas sacar tus propias conclusiones sin matarte buscando sobre algo 6 horas seguidas. En otras palabras: Bienvenid@, cualquier cosita, #Preguntanomás.
La manzana en mi cabeza 